Cultura Valdivia



TAWASAP SHUAR CEREMONIA CULTURAL ANCESTRAL ECUADOR



LA BOA Y EL TIGRE. (ORIENTE)


Por el camino que lleva a Misahuallí, a 6 Km. de Puerto Napo, en la comunidad de Latas vivía una familia indígena dedicada a lavar oro en las orillas del río Napo. Un día la madre lavaba ropa de la familia, mientras la hija más pequeńa jugaba tranquilamente en la playa: tan concentrada estaba la seńora en su duro trabajo, que no se percató que la nińa se acercaba peligrosamente al agua, justo en el lugar donde el río era más profundo. Una súbita corazonada la obligó a levantar su cabeza, pero ya era demasiado tarde; la nińa era arrastrada por la fuerte correntada y sólo su cabecita aparecía por momentos en las crestas de las agitadas aguas.

La mujer transida de dolor y desesperación, hincando sus rodillas en la arena implora a gritos ... yaya Dios! .... yaya Dios! Te lo suplico salva a mi guagua, y Oh! sorpresa, la tierna nińa retorna en la boca de una inmensa boa de casi 14 metros de largo, que la deposita sana y salva en la mismísima playa; la mujer abrazando a la nińa llora y sonríe agradecida. Desde aquel día la enorme boa se convirtió en un miembro más de la familia, a tal punto que cuando el matrimonio salía al trabajo cotidiano, el gigantesco reptil se encargaba del cuidado de los nińos.

Pero un tormentoso día, cuando los padres fueron a la selva en busca de guatusas para la cena, la boa no llegó a vigilar a los nińos como solía hacerlo todos los días. Este descuido fue aprovechado por un inmenso y hambriento tigre, que se hizo presente con intenciones malignas. 


Los muchachos desesperados gritaron a todo pulmón “!yacuman amarul! (boa del agua), el gigantesco reptil al oír las voces de los nińos salió del río y deslizándose velozmente entró a la casa; se colocó junto a la puerta, para recibir al tigre que trataba de entrar sigilosamente en el hogar de sus amigos; la lucha que se desató fue a muerte; la boa se enroscó en el cuerpo de felino, pese a las dentelladas del sanguinario animal; los anillos constrictores del reptil se cerraron con fuerza, mientras el tigre la mordía justo en la parte de la cabeza, al final se escuchó un crujido de huesos rotos y ambos animales quedaron muertos en la entrada de la casa.

Cuando regresaron los padres de los chicos, recogieron con dolor los restos de su boa amiga y ceremoniosamente la velaron durante dos días, para luego enterrarla con todos los honores y ritos que se acostumbraban utilizar para con los seres queridos.

El duende de San Gerardo

El duende de San Gerardo

El maestro universitario César Herrera Paula ha recopilado una serie de leyendas y tradiciones de nuestra provincia. Una de ellas es la que contamos a continuación.
En San Gerardo, población del cantón Guano, muy cerca de la ciudad de Riobamba, Juan trabajaba en un lugar muy distante del centro parroquial. Para llegar debía atravesar un bosque; salía de su casa a las 8 de la mañana y retornaba a las 8 de la noche.
Cierta ocasión mientras volvía, creyó escuchar pasos. No dio importancia, pero más allá escuchó una voz ronca que le dijo:
-          No mire atrás… únicamente dame tu cigarrillo.
Así lo hizo y prosiguió su recorrido. Al día siguiente llevó una cajetilla  y la voz nuevamente se dejó escuchar.
De reojo observó que se trataba de un hombre muy pequeñito, portaba un látigo en su mano, y llevaba en su cabeza un sombrero muy grande.
Juan se asustó y corrió decesperadamente. Al llegar a casa comentó lo sucedido y su madre le aconsejó llevar siempre un crucifijo.
Así lo hizo y al día siguiente, el hombrecillo no le pidió cigarrillos sino que empezó a castigarle con el látigo.
Juan sacó de su camisa el crucifijo y el enano se esfumó como por encanto.
Esta aparición y otras similares hicieron entender que se trataba del Duende de San Gerardo.

Presentación



Cultura Chorrera




El Tintin de la ciudad de Guayaquil

El Tintín



Su nombre original fue Tin que en chino significa Dios, por lo tanto Tin-Tin hace referencia al Dios de Dioses. Es un personaje mítico del folklor del litoral ecuatoriano, originalmente proviene de la isla Puná. Su leyenda se ha extendido por la tradición oral de los montubios y cholos costeños en toda la zona costeña del Ecuador.

Su origen proviene de una deidad de la isla Puná en tiempos prehispánicos, llamado Tin, un noctámbulo Dios Murciélago, quien tenía la facultad de fecundar a las mujeres y así dar vida un nuevo ser. Siendo considerado el Dios de la vida y un Dios de dioses, puesto que era el de la procreación.

En la actualidad se lo describe como un ser malévolo, que persigue a mujeres jóvenes, solteras o casadas en especial si son cejonas o velludas, de enorme cabellera, las seduce e hipnotiza con la intención de poseerlas sexualmente. En ocasiones, se llega a enamorar y las persigue constantemente hasta hacerla su mujer.

Se lo describe como un ser pequeño y cabezón con aspecto de duende o gnomo mágico que usa un enorme sombrero y emite un silbido ululante y lúgubre, algunos lo describen como un enano con los pies virados hacia atrás, garras y un miembro viril tan enorme que lo arrastra por los suelos.